Tal vez ignoren dónde estoy, tampoco lo sé ni lo sabe nadie. No puedo decirles si es la pradera, un bosque, el desierto, la ciudad o una pequeña villa. La atmósfera es tan intensa que agrieta.
Mira que respiro y presiento que no hay salida. Descuidé un segundo el frente y derrumbaste la barrera que construí con esfuerzo tantos meses. Ha caído. He caído.
Al contrario de lo que pensé me siento viva, y esa libertad de la que tanto pregonaba me impulsa a entregarte todo lo que guardé en mi vientre.
Quiero darte.
Quiero darme.
Llevo días pensando cómo lucirás sentada al frente contemplando el mar. Cómo será darte los buenos días dando un beso sobre tu espalda. Si delinear tu rostro con mis dedos producirá algún efecto en tu sonrisa. Pienso.
Sé que vas a destruirme y no me importa.
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