En cuanto a situaciones más serias como la que vivo ahora procuro tener los pies sobre la tierra.
No me siento mal, triste o desanimada. Confío tanto en mí que no me preocupa lo que pueda venir ahora.
Soy joven aunque mi alma sea vieja.
Me emociona pensar en todo lo que me espera, nada permanece, me encuentro ligada a este mundo donde todo se transforma.
Desconozco si sea una nueva etapa pero me sorprende la tranquilidad que siento. Ayer fue un día agitado, sí, pero hoy todo se acomoda.
Un cambio de ropa, nuevos aires, una ciudad nueva.
Por primera vez nada me aterra.
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