viernes, 15 de mayo de 2015
# 135 BILIRRUBINA
Suponiendo que algún día leeré esta entrada:
Por más que cierro los ojos permaneces
Por más que intento sentir no puedo
Por más que intento ser sana algo debo arruinar
Por más que deseo no ser ansiosa y estresada es imposible. El intentarlo arruina mi calma.
Por primera vez vino una ambulancia a casa por mí.
Por primera vez dormí en el piso de la oficina invadida por el dolor.
Por la tarde visité de nuevo el hospital
- ¡enfermera póngame algo más fuerte, eso no me hace!
¡enfermera tráigame una manta que tengo frío por favor!
¡enfermera, ¿por qué no encuentra mi vena?!
¡ Enfermera, dígale al doctor que venga!
¡Doctor, siento que voy a morir, sálveme!
¡Doctor, ¿cómo se llama este medicamento?!
¡Doctor, ¿qué me dio? No siento nada!
¡Doctor, fíjese que....!
Es probable que me hayan dado algún medicamento para dormir y callarme el hocico. Jamás podré saberlo.
Si tuviera la habilidad de callar a toda la gente que no deseo escuchar lo haría.
Prefiero estar sola.
Tal vez el motivo de mi mal humor se debe a eso que no me atreveré a mencionar. Cuando enfermo entro en trance, ya me pasó una vez hace dos meses, al despertar era el mismo vacío. La misma náusea.
¿Será que he vomitado todos mis males? ¿Será posible que no exista ningún órgano dañado en mi cuerpo?
¿Y si todo lo he creado en mi cabeza y nada de esto existe?
Tengo sueño.
A veces dan ganas de no despertar.
Suscribirse a:
Enviar comentarios (Atom)
No hay comentarios:
Publicar un comentario