Voy a ordenarlas por orden alfabético para que no lo olvide, por color, aroma o por sus voces, la aguda, la grave. Grave es pensarles un nombre, la frase.
Tú, que me agobias todo el día y me gusta:
Me preguntas por qué tengo miedo, me pides un poema que no puedo recitar. Las mejores palabras me nacen mientras ceno, por las tardes sólo busco descansar. Me pides una noche pero quiero darte un día. Me pides un orgasmo pero ni puedo respirar. Me pides que te quiera quedito pero yo lo quiero gritar. Me pides un deseo y estás de frente, no puedo pedir más.
Tengo la ilusión en los ojos como un niño en Día de Reyes.
Te juro que adentro está temblando
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