Nací y crecí en Xalapa, esa ciudad fría y taciturna escondida entre montañas.
Tenía tres años cuando me encontré una motocicleta en la Avenida Orizaba.
Lloraba porque esa moto me pertenecía, la había visto primero, nadie podía quitármela
Lloraba
Deseaba llevarla a casa
Era mía
Cuando alguien nos gusta tanto, deseamos llevarla a casa
Resguardarla
Protegerla
¿Por qué lloramos la pérdida?
¿Alguna vez fue nuestra?
Nada nos pertenece
La encontré un día y al siguiente no está.
Ya no tengo tres años
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