jueves, 16 de abril de 2015
# 106 CICLO
Escribo todo en mis manos para no olvidarlo. Números sobre números, direcciones de servicios, páginas de libros, sueños perdidos.
Borré tu número de mis contactos pero lo anoté en el dedo meñique de mi mano izquierda. Lo anote diario hasta el día en que logré aprenderlo de memoria; después quise olvidarlo junto a tu nombre. Anoté tu apodo en un pedazo de hoja seguido de los dígitos de tu teléfono y las fechas de nuestros encuentros; palabra sobre palabra, letra sobre letra, número sobre número, presioné tan fuerte hasta romper la hoja; saqué el bisturí que guardé celosamente en mi cajón del buró, corté la palma de mi mano suave muy suave para no sangrar, una vez que tuve parte de mi pellejo y huellas dactilares envolví todo junto a la hoja perforada por el grafito. Sí, escribo a lápiz, me es fácil borrar los hechos si llego a equivocarme. Armé un rollito y amarré 6 veces seguidas recitando la oración que rezo cada noche desde tu partida. Seis porque es mi número, seis porque al revés es nueve y si lo volteas de nuevo regresa a ser seis; como un ciclo, nuestro ciclo ya sabes. La manía tuya de irte y volver. Guardé todo en la caja y rellené de conchas y piedras de río. Aún la conservo bajo mis pies.
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