Te escribo ahora porque te conozco más que a cualquiera. La manía de querer saberlo todo, desde pequeña has sido así. Necesitas atención, que te digan que te quieren pues eres torpe y no sabes leer el comportamiento humano. Necesitas palabras.
Eres odiosa. A veces no te soporto.
He intentado detenerte cuando caminas hacia el umbral, da igual si caminas hacia la luz. Al final haces lo que quieres.
No puedo detenerte.
Quisera dibujarte como esos dibujos feos que haces de mujeres con fleco y mirada perdida, pasar el lápiz sobre cada línea y recoveco de tu horrible piel, presionar tanto hasta sangrarte. Rasgar la hoja y hacerte desaparecer.
No puedo. La verdad me causas ternura cuando nos pones frente al espejo, sin mencionar siquiera una palabra, con esa mueca malévola y dulce de tu comisura izquierda afirmas que me has visto, sabes que estoy ahí.
Tienes el control, me dominas toda.
Continúa volando, tú y yo somos la misma bruja.
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