Hoy tuve una plática profunda con un compañero del trabajo. Hablamos sobre el amor y sus múltiples consecuencias. Me gusta ese hombre.
No hice mucho. Creo que mis piernas crecen un centímetro cada día. Mi joroba comienza a tomar forma y mis ojeras son más pronunciadas.
Anoche mientras fumaba se fue la luz. No tuve miedo.
Caminé entre las sombras y tropecé con los bancos, las sillas, el sofá. Soy yo caminando por la vida.
Mi agenda está llena. Debo eliminar esa maldita costumbre. Cita a las 2 el viernes, después a las 4, finalizo a las 8. El sábado es peor. El domingo ni mencionarlo.
Mañana compraré flores y telas. Tengo una obsesión con la tela.
Esta semana he comprado diez trozos que aún no sé en qué usar. En un baúl guardo hilos de todos colores, en especial abunda el dorado.
Las flores secas son para unas fotos que quiero tomar en el baño de la oficina donde trabajo. Hay una tina.
Escucho la misma canción todo el día. No diré cuál, es pecado.
Compraré velas. Ya vi el lugar donde las venden. Una amiga me recomendó dos para dormir. Ya practiqué el ritual.
Mañana es viernes 13.
Soy una bruja.
Tengo la garganta ardiendo ¿alguna vez te ha quemado tu propia saliva?
Todo es extraño. Siento el vapor bajo mi piel. Estoy caliente.
Ayer me toqué y pensé en ella.
Tenía varias lunas que no había explorado.
Una, dos, tres, cuatro veces. No recuerdo cuántas.
Me siento ridícula al pensarle.
Soñé de nuevo que tenía cáncer, esta vez me vi rapada.
Lucía una hermosa mascada color carmín, con flores amarillas y pétalos naranja. Mis sueños son en negativo, voy a flotar.
Si te das cuenta nada de lo que digo tiene sentido. Pasa que si no lo escribo se me olvida, me cuesta recordar. De cualquier manera nadie lee esta mierda, sólo tú, pequeña mariposa esquelética.
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