Despedidas he tenido tantas
Despedirme de amigos
De familia
De vecinos
Del globo que solté cuando niña
Me miro al espejo
Despedirme de mis estrías
De mis mejillas
De cólicos premestruales
De dolores lumbares
De pupilas dilatadas
Me he despedido de ti ya perdí la cuenta
Una, dos, tres, cuatro, seis.
Si todo marcha bien lo haré otras tres veces
Tres porque es el número perfecto aunque prefiera el seis
Tres porque es el número de dientes que tumbé de tajo en una caída cuando era pequeña
Tres porque son las veces que intenté aprenderme el poema que me dio un lugar en el curso de oratoria en secundaria
Tres porque son las veces que repito una palabra cuando viajo sola
Perfecto, perfecto, perfecto
Calle Angora, Calle Angora, Calle Angora
Estúpido Estúpido Estúpido
Ajo pimienta molida y chia, Ajo pimienta molida y chia, Ajo pimienta molida y chia
No puedo detenerme. Alguien pequeño en mi cabeza me impulsa a decirlo. Me aprieta el hígado para decirlo tres veces.
Todo me sale a la tercera.
Saldrás a la de tres
Saldrás a la de tres
Mira que no me importa nada.
Que se venga el tsunami, el chiflón, que explote la gasolinería más cercana
Que me caigan pétalos de azufre
Que llueva granizo del tamaño de plutón
Me importa un ajonjolí que mañana despierte cercenada
Me importas tú, te he dado demasiada importancia
Llévame al desierto, cargo con más del 75% de agua
Perdóname por el recuerdo
Que me saquen los ojos esos cuervos
Que me coman viva las hienas
Que me eleven desnuda al sol
Mírame Mírame Mírame
Mi carne es color violeta
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